Planteamiento
y dieta de Jean Seignalet,
cercanos a la idea de Ebringer y de la Dieta Sin Almidón
Complementa
esta sección el capítulo:
Dieta Hipotóxica, Antigua
o Paleolítica del doctor Seignalet.
Jean
Seignalet, médico francés de gran prestigio, propone
una vía dietética para combatir la E.A., que coincide en
gran parte con las propuestas del Doctor
Ebringer y las subsiguientes Dietas
de Londres y Sin Almidón, pero con importantes matizaciones.
Su construcción teórica difiere en aspectos importantes
de la del Doctor Ebringer pero ambos coinciden en lo básico: relacionan
la etiología de la E.A. con el intestino, y proponen luchar con
la alimentación para curarla, parar su evolución o atenuarla.
Seignalet ejerció durante años especializado en los transplantes
de órganos, y ello le llevó a ser un experto reconocido
en el cambo de la Inmunología. Más tarde dedicó gran
parte de su tiempo a elaborar una teoría general de las principales
enfermedades y recopiló todo el conocimiento adquirido en su trato
directo con los pacientes. Su famoso libro es fruto de toda esta experiencia.
Jean Seignalet falleció el 15 de Julio del 2003.
Aporto
aquí la traducción al castellano del Capítulo 10
(páginas 203 – 217), del libro del Dr. Jean Signalet, “L’ALIMENTATION
ou la troisième médecine”, éditions F.-X. de
Guibert, Paris, 1998. La versión en lengua castellana se publicará
en breve. La
familia del médico publica en Internet la web www.seignalet.com.
Izorrategi.org
publica este importante material agradeciendo expresamente la generosidad
de la traductora Maite Urtiaga y del doctor Eneko Landaburu que ha supervisado
el texto. El
doctor Eneko Landaburu es bien conocido tanto por su actividad terapeútica
como por las conferencias y artículos publicados.
En
otro apartado se explica de modo más detallado la Dieta
Hipotóxica, Antigua o Paleolitica que propone el doctor
Seignalet.
A.
PRESENTACION DE LA ENFERMEDAD
1-Circunstacias de su aparición
La espondilitis anquilosante (EA) es un reumatismo inflamatorio considerado
bastante raro durante mucho tiempo ya que solo se conocía su forma
grave. Hoy en día se sabe que este reumatismo se presenta a menudo
bajo un aspecto moderado o frustrado, de manera que en Francia la frecuencia
real de la EA es del 1,2%, lo que la sitúa cerca de las cifras
de la poliartritis reumatoide (PR).
La EA afecta sobretodo al adolescente y al joven y alcanza a 7 hombres
cada 3 mujeres.
Está firmemente asociada al antígeno HLA-B27, presente en
el 90% de los enfermos frente tan solo al 6% de las muestras.
2- Sintomatología
y diagnóstico
El diagnóstico clásico de la EA se basa en los criterios
de Roma:
1- Dolor y rigidez lumbares durante más de tres meses que no se
alivian con el reposo.
2- Dolor y rigidez de la región torácica.
3- Disminución de la movilidad lumbar.
4- Disminución de la expansión torácica.
5- Antecedentes, presencia o constatación de secuelas de irítis.
6- Signos radiológicos de artritis sacroilíaca bilateral.
El diagnóstico se considera seguro si se dan los primeros 4 criterios,
o si se da el criterio 6 asociado al menos a uno de los criterios clínicos.
De todas formas, existen otros elementos que a menudo son útiles
para su diagnóstico:
- Un alcance de las articulaciones periféricas de tipo mono, oligo
o poliartritis.
- Los dedos de las manos y los pies tienen aspecto de salchicha.
- Dolores alternativos en las nalgas derecha e izquierda.
- Dolores en los talones.
- El carácter inflamatorio de los dolores que despierta al enfermo
durante la segunda mitad de la noche y provoca una rigidez matutina mas
o menos prolongada.
- El descubrimiento de sindesmofitos, es decir, osificaciones bajo los
ligamentos intervertebrales, en las radiografías de la columna.
- La presencia de HLA-B27
- Una exagerada fijación del pirofosfato de calcio a la altura
de las regiones inflamadas marcado por el technetium 99 en escintigrafía
ósea.
- La mejoría rápida de los dolores por la acción
de antiinflamatorios no esteroideos (AINES) y la rápida recaída
al dejar la medicación.
3- Evolución
y tratamiento
Las formas moderadas de la enfermedad, que constituyen la gran mayoría,
se tratan con antálgicos a petición. Antiguamente, las formas
graves evolucionaban progresivamente hacia la anquilosis raquídea
y torácica, con deformaciones de tipo cifosis o escoliosis y su
considerable problemática.
En la actualidad, el pronóstico ha mejorado gracias a los AINES
con ayuda de fisioterapia, ejercicios de reeducación y tratamientos
termales. La EA se presenta generalmente de forma menos temible que la
poliartritis reumatoide (PR), aunque todavía se dan una minoría
de casos resistentes a las diversas terapeúticas, que conducen
al anquilosamiento y deformaciones del esqueleto.
4- El concepto
de Espondilartropatías
Existen varias afecciones parecidas a la EA que presentan características
comunes con ella:
v Clara asociación con HLA-B27.
v Predominio masculino.
v Comienzo frecuente por una infección digestiva o urogenital.
v A menudo se observa una artritis sacroilíaca.
De esta manera se constituye la noción de espodilartropatías,
donde se sitúan las siguientes enfermedades:
v La EA, probablemente inducida por ciertas cepas de Klebsiella.
v Las artritis reactivas (AR) a varios gérmenes: Yersinia, Shigella,
Salmonella, Campylobacer, Chlamydia.
v Las EA que siguen a inflamaciones intestinales crónicas: Rectocolitis
hemorrágica y enfermedad de Crohn.
v Las artropatías de psoriasis pustulosa.
v Las artritis juveniles de tipo EA.
v La mayoría de las uveítis agudas anteriores (UAA) que
son inflamaciones de la cámara anterior del ojo (irítis)
a menudo precedidas o seguidas de una EA o de una AR.
El cuadro XIII da la frecuencia del antígeno HLA-B27 en estos diversos
casos patológicos.
- Espondilitis
anquilosante 90%
- Artritis reactivas 75%
- EA de las inflamaciones intestinales crónicas 77%
- Artropatías de psoriasis pustulosa 78%
- Artritis juvenil de tipo EA 90%
- Uveítis aguda anterior 55%
- Muestras normales 6%
Estos
porcentajes se establecieron en sujetos de raza blanca
Como bien señaló
FOURNIE (1993), la EA y los reumatismos cercanos a ella se distinguen
de la PR por la topografía de las lesiones:
- La PR afecta al cartílago y sobretodo a la sinovial bien desarrollada
a nivel de las articulaciones de los miembros.
- La EA afecta a las entesis, es decir, a la inserción en los huesos
de fibras tendinosas, ligamentosas y capsulares. Las entesis son abundantes
en los dedos de manos y pies, en la columna, en las caderas y las articulaciones
esternocostales.
5- Problemas a resolver
El mecanismo de la EA sigue siendo misterioso. Los tratamientos se limitan
también a lo sintomático, como es el caso de los AINES.
Hay que decir que aunque esta medicación atenúa a menudo
los dolores, no cura el reumatismo. Además, no impide una evolución
severa de la enfermedad en algunos casos. Y por último, comporta
un riesgo de gastroduodenitis o de úlcera gastroduodenal.
El problema es el mismo que en el caso de la PR. Es necesario conocer
la patogenia de la EA para poder proponer un tratamiento más eficaz
de su causa que las medidas empleadas hasta el momento presente.
B.
LAS ETAPAS DEL RAZONAMIENTO
1- La EA
es una enfermedad polifactorial
Es evidente que existe un factor hereditario en la EA. Se encuentran a
menudo en los enfermos portadores de HLA-B27 antecedentes familiares de
EA. Cuando el sujeto afectado tiene un gemelo monozigótico, éste
tiene 50 posibilidades sobre 100 de desarrollar el reumatismo a lo largo
de su vida. Esta cifra es muy elocuente, ya que:
- 50% es bastante superior a 1,2 %, frecuencia con que la EA afecta a
la población en general, lo que confirma la existencia de genes
susceptibles.
- 50% es inferior a 100%, lo que demuestra que tener los mismos genes
que un enfermo no basta para contraer la enfermedad. También son
necesarios factores no genéticos, que se derivan del entorno.
Intentemos ahora identificar estos diferentes factores:
2- El primer gen es
HLA-B27
Existe una fuerte asociación entre HLA-B27 y EA. En Francia, el
HLA-B27 se detecta en el 90% de los individuos afectados por la EA, frente
a un 6% en el caso de las muestras normales.
Esta asociación se ha encontrado en todas las razas y existe también
un paralelismo entre la frecuencia de B27 y de EA en varias poblaciones
(ver revista general por Seignalet, 1986).
Se han aislado once variantes de B27, de las cuales algunas se asocian
a la EA: la segunda, la cuarta , la quinta y la séptima. Otras
no se asocian: la tercera, la sexta y la novena. La tercera variante de
B27 es la única que se encuentra en individuos de raza negra, lo
que tiene como corolario la ausencia total de EA en los Negros Africanos.
En cuanto a las variantes nº1, nº8, nº10 y nº11, son
demasiado escasas para llegar a una conclusión (GALOCHA y col.
1996) (GONZALES-ROCES y col. 1997)
Si bien la opinión sobre la función directa que tiene B27
en la génesis de la EA es prácticamente unánime,
se han propuesto diversas hipótesis para explicar cómo interviene.
- EBRINGER (1983) sugiere una reacción cruzada entre una bacteria
de origen intestinal, la Klebsiella pneumoniae, y la molécula B27.
Una respuesta inmunitaria, primitivamente dirigida contra la Klebsiella,
atacaría las células articulares, manifestándose
la B27.
- CECZY y col. (1983) consideran que la molécula B27 se altera
durante la EA por acción de un pequeño parásito (plásmide)
resultado de una bacteria intestinal. Mientras que la B27 normal se tolera,
la B27 alterada se convierte en autoantígena y suscita una respuesta
inmunitaria contra el parásito y, en consecuencia, contra las células
articulares.
- KAPASI y INMAN (1994) piensan que B27 actúa modificando la penetración
de los antígenos bacterianos en las células.
Ninguna de estas hipótesis ha sido probada; sin embargo, lo cierto
es que la función de las moléculas HLA de clase I, de las
que forma parte B27, es unirse a los péptidos de 8 a 11 ácidos
aminados y presentarlos a los linfocitos T CD8 citotóxicos (ver
capítulo sobre el sistema HLA). De acuerdo con numerosos autores,
considero que una cuarta teoría es la más plausible de todas,
la del péptido causal de la EA, llamado artritógeno, presente
en las células articulares y con gran afinidad con la molécula
B27.
3- Un péptido,
el responsable de la EA
Un trabajo de HERMANN y col. (1993) expone esta concepción. Estos
autores han detectado la presencia de clones de T CD8 en el líquido
sinovial de los sujetos afectados por EA. Estos clones se encargan de
destruir unos a las células infectadas por Yersinia o Salmonella,
otros a autocélulas no infectadas. En todos los casos la respuesta
de los T CD8 se dirige a un péptido unido a la molécula
B27.
Dado que los factores
medioambientales intervienen en la EA y que la principal vía de
penetración en el organismo es el intestino delgado, conviene investigar
sobre el papel de las bacterias y de la alimentación moderna.
4- El primer factor
medioambiental es una bacteria
Desde hace una quincena de años, existen varias bacterias incriminadas
en la génesis de las espondilartropatías:
- En el síndrome de Fiessinger-Leroy-Reiter, variedad particular
de AR en la que las artritis vienen precedidas de una infección
de la uretra y acompañadas de una inflamación de la cámara
anterior del ojo, el agente patógeno es a menudo la Chlamydia trachomatis,
una pequeña bacteria que se asienta en la uretra de los dos sexos
y en el aparato genital femenino.
- En las AR, las culpables son las bacterias intestinales Gram negativas
(sin colorear por el método de Gram): Yersinia enterocolítica,
Yersinia pseudotuberculosis, diversas variedades de Salmonella, Shigella
flexneri y Campylobacter jejuni. Estas provocan el episodio inicial de
diarrea aguda precedida de algunas semanas de manifestaciones articulares.
- En la EA se acusa la Klebsiella pneumoniae, otra bacteria intestinal
Gram negativa. Este germen se encuentra efectivamente en las cepas del
54% de las EA en actividad frente al 12% de las EA que remiten y de las
muestras normales (EBRINGER, 1982). Además, el grado de IgA anti
Klebsiella aumenta significativamente en las EA (TRULL y col. 1984).
Las articulaciones son estériles en la EA, lo que significa que
no pueden detectarse bacterias enteras. Sin embargo, es muy posible que
los péptidos bacterianos que provienen de la uretra o del intestino
delgado alcancen las articulaciones por medio de la circulación.
De hecho, GRANFORS y col. (1989) (1990) han constatado la presencia de
antígenos de Yersinia, Salmonella y Chlamydia en el líquido
sinovial y los sinoviocitos de individuos con espondilartropatías.
5- El segundo factor
medioambiental es la alimentación moderna
En el caso de EA por Chlamydia, la nutrición no afecta, ya que
no parece que ésta pueda influir en un germen que se asienta en
el aparato urogenital. Sin embargo, en el caso de las EA producidas por
bacterias intestinales, que son la gran mayoría, la alimentación
actual puede constituir un importante factor que actúa de manera
indirecta. La situación es bastante análoga a la que se
observa en la PR:
- Función indirecta de un péptido bacteriano,
- Exagerada permeabilidad de la mucosa del intestino delgado, como comentaremos
más adelante.
Pero, mientras que en la PR, varios autores aplicaron regímenes
de exclusión con resultados diversos; este método no ha
sido practicado en el caso de la EA. Solo una revista sobre esta literatura
revela un único trabajo, el de APPELBOOM y DUREZ (1994) que administraron
un régimen sin leche ni productos lácteos a 25 casos de
EA y consiguieron mejorías en 13. Una dietética mejor concebida
conduce a unos resultados bastante mejores, como veremos posteriormente.
6- A menudo
se produce hiper-permeabilidad y/o lesiones intestinales en la EA
Esta noción se apoya en varios argumentos:
- El recorrido de la pared del intestino delgado se acelera por sondas
EDTA-Cr51 (WENDLING y col. 1990, MIELANTS y col. 1991) y PEG 400 (LAHESMAA-RANTALA
y col. , 1991).
- 11 equipos han constatado un aumento del índice de IgA en la
EA. Esto sugiere una estimulación crónica de los linfocitos
intraepiteliares del intestino por agresiones bacterianas o alimentarias.
- La frecuencia de la EA aumenta en las inflamaciones crónicas
intestinales. Esta alcanza el 13,6% en la enfermedad de Crohn y el 8,3
% en la rectocolitis hemorrágica.
- La endoscopia junto con biopsias revela a menudo lesiones del intestino
delgado durante la EA. VEYS y MIELANTS (1993) lo constatan en 209 enfermos
sobre 354.
7- El segundo
gen está asociado al sexo masculino
El predominio masculino de EA significa que uno de los genes susceptibles
está asociado al sexo. Este gen no se ha identificado. Puede que
las hormonas masculinas favorezcan la emisión de algunos citoquinas
que provocan una hiper-expresión de B27 o un exceso de moléculas
B27 vacías en la superficie de las células articulares.
ABI-HANNA y WAKEFIELD (1990) observaron que los interferones aumentan
mucho más la expresión, de B27 que la de otras moléculas
HLA de clase I.
8- El tercer
gen se encarga de la producción de encimas y/o mucinas de los enterocitos
Las aloencimas o alomucinas, conceptos que ya han sido expuestos en el
capítulo sobre la PR, producen en los humanos una desigualdad en
la mucosa intestinal frente a la agresión de algunas bacterias
y algunos alimentos.
Una deficiente adaptación de las encimas o una ruptura en el repertorio
de las mucinas, puede muy bien ser la explicación de la hiper-permeabilidad
y de las lesiones del intestino delgado que tan a menudo se observan en
la EA.
C.
UNA TEORIA SOBRE LA PATOGENIA DE LA EA
Con todos los elementos que acabo de exponer se puede elaborar una teoría
sobre el mecanismo de la EA:
- La alimentación moderna induce al desarrollo de una flora intestinal
de putrefacción donde proliferan algunas bacterias peligrosas:
Klebsiella, Yersinia, Salmonella, Shigella y Campylobacter.
- Algunos alimentos y algunas bacterias agreden la mucosa intestinal.
- Si la protección que ejercen las encimas es insuficiente, se
produce una disolución o una disyunción de los enterocitos
que tiene como consecuencia una exageración de la permeabilidad
del intestino delgado.
- Los desechos bacterianos atraviesan la barrera intestinal. Entre ellos
se encuentran los lipopolisacáridos y el péptido causal
Y. También puede ser que un macrofago extraiga a Y de una proteína
bacteriana y lo regurgite en el medio extracelular o en el citosol por
la vesícula de fagocitosis (fig. 32). Y está formado probablemente
por de 8 a 11 aminoácidos.
- Los lipopolisacáridos y el péptido Y llegan a las articulaciones.
Los lipopolisacáridos y un mediador desconocido, asociado al sexo
masculino, inducen a un aumento de la expresión de las moléculas
HLA de clase I. El péptido Y se une a las moléculas HLA
de clase I, ya sea en la retícula endoplásmica o en la superficie
de las células articulares. Y tiene una gran afinidad con la molécula
B27. Es más difícil que otras moléculas de clase
I con las que tiene una afinidad menor se encarguen de fijar a Y.
- Las parejas Y+B27 se presentan ante los linfocitos T CD8 citotóxicos.
Si la cantidad de parejas Y+B27 es suficientemente grande, se reconoce
a Y como un péptido no en sí mismo y activa las T CD8. Esto
produce una respuesta citotóxica que daña las células
articulares.
- La respuesta inmunitaria se acompaña de una liberación
de citoquinas que producen una respuesta inflamatoria. Así es como
aparecen los dolores de las articulaciones de la EA.
- Si la afluencia del péptido Y cesa rápidamente, tendremos
un AR transitorio. Si fenómeno del péptido Y se reproduce
con frecuencia, tendremos una EA crónica. Si algunos péptidos
Y llegan a la cámara anterior del ojo, tendremos una UAA.
- El esquema del conjunto de esta teoría se refleja en la figura
37 (pagina siguiente).
D.
DISCUSION, VARIANTES Y CONSECUENCIAS PRACTICAS DE LA TEORIA
1- Un tema de discusión
Podemos preguntarnos si B27 puede unirse a un péptido bacteriano.
Que los péptidos exógenos se unen a las moléculas
HLA de clase II y que los péptidos endógenos se unen a las
moléculas HLA de clase I es algo generalmente admitido. Pero esta
regla no es absoluta (ver capítulo sobre el sistema HLA). PFEIFER
y col. (1993) muestran que las moléculas de clase I de la membrana
celular pudieran captar péptidos de enterobacterias regurgitadas
por las vesículas de fagocitosis de macrofagos. La B27 es particularmente
apta para realizar esta función, según BENJAMIN y PARHAM
(1991).
Esto supone que el lugar de fijación de algunas moléculas
B27 está vacío. Para subir a la superficie celular, B27
debe hacerlo unido a la b2 microglobulina y a un péptido para formar
un trimero. Pero, en caso de exceso de fabricación de B27 y de
b2m se puede producir una excepción a este principio. Algunos bimeros
de B27/b2m podrían llegar a la membrana celular sin haber fijado
el péptido. Por otra parte, el péptido puede disociarse
del lugar fijador de B27 una vez que los trimeros hayan llegado a la superficie
celular. Cuando el autopéptido se retira, le deja sitio al xenopéptido.
También se puede tener en cuenta un segundo mecanismo. KOVACSOVICS-BANKOWSKI
y ROCK (1995) observaron que los péptidos exógenos podían
pasar al citosol, experimentar la acción del proteasoma, ser transportados
por moléculas TAP y unirse después a las moléculas
de clase I en el retículo endoplásmico.
Así que hay por lo menos dos vías por las que B27 se une
a los péptidos exógenos. La teoría que hemos adelantado
sobre el mecanismo de la EA es entonces plausible.
2- Variantes
de la teoría
Como en el caso de la PR, en vez de atribuir la responsabilidad al xenoantigeno,
se le puede atribuir a un autoantígeno o a un superantígeno.
a) Hipótesis del autoantígeno
El péptido bacteriano, tanto si llega a las articulaciones como
si no, provoca una respuesta inmunitaria. Debido a una reacción
cruzada, esta afectará a un péptido de sí W con estructuras
homólogas a Y y gran afinidad con B27. En esta variante no es imprescindible
que B27 se una a un péptido exógeno, le basta con emparejarse
con un péptido endógeno.
b) Hipótesis del superantígeno
La intervención de un superantígeno no es imposible, ya
que las bacterias intestinales, y particularmente la Yersinia transportan
a los principales superantígenos conocidos. De todas formas, es
difícil aceptar la influencia del superantígeno, ya que:
- Un superantígeno provoca una activación policlonal de
Ts y Bs, y este fenómeno no se ha observado nunca en la EA.
- Un superantígeno activa los T CD4 antes de que estos activen
a su vez los T CD8. Así que la participación de los T CD4
no parece tener gran importancia dentro del proceso de la EA.
3-Consecuencias
prácticas de esta teoría
Se puede decir de la EA lo mismo que ya dijimos de la PR
1. En las tres variantes de la teoría, el peligro viene del intestino.
2. Los medicamentos que se administran para combatir la inflamación
intervienen en una etapa muy tardía.
3. Es lógico cambiar de alimentación, ya que:
- Se sitúa al principio de la cadena de acontecimientos que conducen
a la EA.
- Influye en la flora bacteriana del intestino delgado.
- Tiene un impacto sobre la permeabilidad del intestino delgado.
E.
LA DIETETICA Y SUS RESULTADOS
1- El régimen
alimenticio
Las consignas son análogas a las que se establecen para tratar
la PR:
- Supresión de los cereales, a excepción del arroz.
- Supresión de la leche de origen animal.
- Consumo de un máximo de alimentos crudos.
- Consumo de un máximo de alimentos biológicos.
- El aceite ha de ser de primer prensado en frío.
- Suplementos de minerales y vitaminas.
2-Los enfermos tratados
Las espondilartropatías por Chlamydia trachomatis no se han incluído,
y esto porque la dieta no puede actuar sobre un germen situado en las
vías urogenitales. A la mínima sospecha clínica,
conviene investigar sobre la presencia de anticuerpos anti Chlamydia.
Si se detectan cantidades patológicas de estos anticuerpos, se
prevé una cura de tetraciclina durante 20 días para el enfermo
y su/sus compañeros.
Sólo nos fijaremos en los casos de EA por no Chlamydia.
Actualmente 95 enfermos de EA siguen las prescripciones dietéticas,
pero sólo voy a tener en cuenta a los 75 más antiguos, que
aplican correctamente el régimen alimenticio desde hace por lo
menos un año.
Se trata de 75 adultos de los que 47 son hombres y 28 mujeres. Todos los
casos de EA son auténticos con una certeza total según los
criterios clásicos. Algunos son antiguos y otros son recientes,
siendo la duración media del reumatismo de 11 años y tres
meses. Todas la EA son evolutivas, rebeldes completamente o en parte a
los medicamentos tradicionales. La gravedad de la EA es variable: En 20
casos es moderada, en 44 media y severa en 11. La edad media de los enfermos
es de 43 años y 7 meses. 65 son portadores de B27 y 10 no.
3-Seguimiento de los
enfermos
Cada voluntario se comprometió a seguir las prescripciones dietéticas
durante por lo menos un año. Algunos sujetos únicamente
han seguido el régimen. Otros tomaban medicamentos, básicamente
AINES, cuya eficacia es limitada. En caso de evolución favorable,
la medicación se disminuyó progresivamente, para ser finalmente
suprimida.
Un balance inicial, elaborado antes de comenzar con el régimen
alimenticio, incluía los siguientes factores:
- Cantidad de articulaciones inflamadas.
- Cantidad de articulaciones y de entesis dolorosas.
- Clasificación de la importancia de los dolores tanto diurnos
como nocturnos según su duración e intensidad.
- Cantidad de veces que el paciente se despierta a la noche.
- Duración del desentumecimiento matinal.
- Importancia del anquilosamiento raquídeo y torácico.
- Velocidad de sedimentación (VS).
- Consumo de medicamentos y su posología.
Este balance se ha actualizado cada tres meses.
4- Duración
del régimen
Se fijó un período de prueba de un año. En caso de
malos resultados después de este tiempo, se decidió el cese
de la dietética a no ser que el paciente quisiera prolongarla.
En caso de resultados positivos, debía continuarse con la dietética
sin plazos, por miedo a una recaída.
Finalmente siguieron el régimen:
- Un enfermo de EA durante más de 7 años.
- 5 enfermos de EA durante más de 6 años.
- 7 enfermos de EA durante más de 5 años.
- 12 enfermos de EA durante más de 4 años.
- 7 enfermos de EA durante más de 3 años.
- 20 enfermos de EA durante más de 2 años.
- 23 enfermos de EA durante más de un año.
5- Resultados
De 75 enfermos, 72 han respondido favorablemente al régimen:
- Las mujeres y los hombres por igual.
- Las formas menores y las severas por igual.
- Los portadores de B27 por igual que los no portadores.
El éxito de estos 73 casos ha sido real. Los fracasos se subdividen
como sigue:
- Un paciente ha mejorado solo en un 30%.
- Un paciente ha recaído después de una remisión
completa que duró varios meses. Parece que en este caso se produce
un “escape” a los efectos del régimen.
- Un paciente con el que no se ha conseguido resultado positivo alguno.
Los beneficios del cambio nutricional se hacen notar muy rápidamente,
en pocas semanas.
La mejoría es progresiva, a veces lenta, pero generalmente bastante
rápida. Los signos clínicos se enmiendan antes que la VS.
El éxito obtenido es duradero. De todas formas, se producen episodios
dolorosos después de hacer alguna excepción dentro de la
dieta o, menos a menudo, en casos de estrés. Un enfermo interrumpió
el régimen de acuerdo conmigo para ver que pasaba. Al cabo de un
mes sufrió una recaída. Con la vuelta al régimen
prehistórico se produjo de nuevo la remisión de la enfermedad.
Actualmente hay 25
voluntarios que consideran su recuperación superior al 90% y sólo
toman dosis muy pequeñas de AINES. Otros 47 están completamente
restablecidos y han dejado de medicarse. Más arriba hemos hablado
sobre los tres casos restantes.
Nos parece interesante
evaluar, una vez que los dolores han desaparecido, hasta que punto es
posible la recuperación de la flexibilidad raquídea y torácica
en los casos de EA grave. La fisioterapia y la gimnasia pueden constituir
una ayuda preciosa aquí. ¿Es definitiva la descalcificación
de los ligamentos invertebrales o, por el contrario, es regresiva, al
menos en parte? El futuro tiene la respuesta a estas preguntas.
6-Autenticidad de
los resultados
Los beneficios del cambio de alimentación en la EA no se deben
a un efecto placebo, ya que:
- El porcentaje de éxito (96%) supera con mucho la que puede esperarse
de un placebo.
- La mejoría no se produce justo después de la entrevista
con el médico, sino algunas semanas más tarde.
- No se trata de efectos sedantes pasajeros, sino de mejorías duraderas
o de remisiones prolongadas y completas de la enfermedad.
- El abandono de la dieta se sanciona con una recaída, mientras
que volver a hacerla conlleva de nuevo una remisión del reumatismo
inflamatorio.
- El régimen no resulta efectivo si no se sigue correctamente.
Para eliminar la influencia del efecto placebo, sería útil
hacer un estudio a doble ciego con dos grupos de pacientes, unos siguiendo
un régimen correcto y otros incorrecto. Pero habría que
dejar sufrir durante un año a personas que se podría aliviar
en la mayor parte de los casos, por la sola satisfacción de disponer
de un grupo testigo.
7-Cómo actúa
el régimen
Podemos hacer mención a tres mecanismos que ya aparecían
en la PR:
- Modificación de la flora intestinal que conlleva la erradicación
o al menos en parte de un germen peligroso. La dieta elimina más
fácilmente las bacterias Gram negativas incriminadas en la EA que
las Proteus mirabilis de la PR.
- Corrección de las alteraciones de la mucosa intestinal, debido
a que tanto encimas como mucus se adaptan a la alimentación.
- La tolerancia oral se restablece.
F.
OBSERVACION DE LOS ENFERMOS
He seleccionado dos casos para ilustrar los resultados obtenidos. Constatar
el éxito del tratamiento ha sido mucho más lento en un caso
que en el otro.
1- Observación
del caso EA 3
M. L. tiene 19 años y es estudiante. Acude a mi consulta en diciembre
de 1991 debido a una EA que dura desde hace 16 meses.
La entrevista no revela antecedentes familiares de EA y tampoco antecedentes
personales importantes. En septiembre de 1990 se manifiesta una artritis
en el pie izquierdo que se hace crónica a pesar de tratarse con
AINES. En septiembre de 1991 la artritis se extiende al pie derecho y
a las rodillas, acompañada de dolores muy agudos. Los dolores son
más moderados en la cadera izquierda, el hombro derecho y la esternoclavicular
derecha.
La EA fue diagnosticada por un reumatólogo parisino. Este diagnóstico
se basó en los siguientes elementos:
- El carácter inflamatorio de los dolores que predominan por la
tarde cuando empieza a estar cansado y durante la segunda mitad de la
noche, provocando que el paciente se despierte a menudo y produciéndose
además, entumecimiento matutino.
- Una VS acelerada moderadamente a 10/35.
- Ausencia del factor reumatoide.
- Presencia de HLA-B27.
- Principios de sacroilíaca bilateral en fase 1 en las radiografías.
El examen clínico de este joven revela una artritis con dolores
tanto espontáneos como provocados por las palpaciones, una inflamación
más o menos importante en 9 articulaciones: los dos mediotarsianos,
los dos tobillos, las dos rodillas, la cadera izquierda, la escapulohumeral
derecha y la esternoclavicular derecha. Las artritis han sido constantes
desde el principio del reumatismo.
Se trata pues de una EA bastante reciente, de bastante intensidad, con
aspecto de poliartritis periférica con sacroilíaca, sin
implicación de la columna. El enfermo toma diariamente 30 miligramos
de un AINES (piroxicam), que atenúa en parte los dolores.
Se prescribe la dieta prehistórica o ancestral y se aplica correctamente.
No se observa ningún efecto durante los tres primeros meses. Luego
se produce una mejoría que se manifiesta en la menor intensidad
de los dolores y la progresiva liberación de las articulaciones.
- A finales del cuarto mes las artritis se han reducido a los tobillos,
a las dos rodillas y al hombro derecho.
- A finales del octavo mes sólo persisten en los dos tobillos,
el alcance es moderado y no impide al paciente caminar durante horas por
el monte. La dosis de piroxicam se ha reducido a 10 mg diarios.
- De todas formas, el alcance de los tobillos no remite, aparecen signos
menores de artritis después de hacer esfuerzos prolongados que
desaparecen con el descanso, acompañados de algunos episodios de
talalgias. Al cabo de 18 meses se obtiene por fin una remisión
completa, vigente en la actualidad. La actividad física y deportiva
vuelven a ser normales. La VS ha descendido a 5/13. Se ha suprimido la
ingesta de AINES.
El caso del joven estudiante aporta algunos datos instructivos:
- En 1992, después de seguir la dieta durante 8 meses, durante
un viaje a Italia comió pizza una vez y pasta cuatro. A estas infracciones
les siguió una pequeña recaída.
- A principios de 1994, cuando estaba totalmente restablecido, de acuerdo
conmigo dejó de seguir el régimen. Al cabo de un mes, la
EA se manifestó de nuevo, la vuelta a la dieta ancestral permitió
recuperar la normalidad.
Comentarios
1) Los beneficios del cambio en la alimentación se manifiestan
en un plazo variable y son totales a partir de un lapso más o menos
largo de tiempo. En este caso se necesitaron tres meses para notar los
primeros efectos y 18 para que desaparecieran los dolores por completo.
Por lo tanto, es conveniente que los enfermos tengan paciencia y apliquen
la dieta prolongadamente, sin desfallecer. Como media general, los resultados
se manifiestan antes en el caso de la EA que en el de la PR.
2) La dieta sólo tiene valor si se aplica correctamente. Las infracciones
dan lugar a dolores medianos y la interrupción conlleva una recaída.
No podemos pues hablar de cura, sino de total remisión de la enfermedad.
2-Observación
del caso EA 16
M. M. es un cura de 36 años. Me visita en octubre de 193 debido
a una EA que tiene hace 13 años.
No hay antecedentes familiares de EA, sin embargo existen bastantes antecedentes
de tipo intestinal. En 1960 una peritonitis originó la formación
de múltiples adherencias que dieron a su vez lugar a repetidas
oclusiones intestinales. Para solucionar esto, fueron necesarias 8 intervenciones
quirúrgicas. Se constata así sufrimiento del intestino delgado,
y ya he comentado la importancia de este factor en el desarrollo de la
EA.
El reuma se manifestó en 1980 con dolores de las plantas de los
pies. El proceso inflamatorio alcanzó rápidamente varias
articulaciones: sacroilíacas, lumbares, dorsales y cervicales,
condrocostales y todas las articulaciones de las extremidades superiores
e inferiores. El cuadro se completa con talalgias y con dolores de tipo
ciático en las nalgas.
Los dolores eran de tipo inflamatorio, provocando que el enfermo se despertara
durante la segunda mitad de la noche y que sufriera un prolongado entumecimiento
matutino.
La VS era muy alta, de alrededor de 80/100. El hemograma era normal. El
enfermo portaba el gen HLA-B27. El resto de pruebas biológicas
no revelaron anomalías. Las radiografías de la zona raquídea
y sacroilíaca mostraban imágenes que hacían pensar
en la EA. El médico general diagnosticó una EA inmediatamente.
Los efectos
de la fenilbutazona, los AINES, la fisioterapia y la gimnasia fueron muy
poco satisfactorios. Los AINES le produjeron una úlcera gástrica
con perforación. La evolución del reumatismo fue por brotes
separados con remisiones incompletas. Al cabo de los años los brotes
se fueron alargando y las remisiones haciéndose más cortas.
El estado general del paciente fue empeorando; iba adelgazando progresivamente
y tenía cada vez más dificultades para ejercer su ministerio.
A partir de 1991 empezó a padecer fuertes bronquitis durante el
invierno.
Durante el examen de M.M. puedo constatar su delgadez: 46 kilos de peso
para 1,74 de estatura. La columna está muy anquilosada, presentando
una cifosis, una escoliosis y rectitud dorso-lumbar. El tórax está
también muy anquilosado, con una clara disminución de la
capacidad respiratoria. Las articulaciones del codo derecho, del talón
derecho y del dedo pulgar son deformes. Se despierta varias decenas de
veces por la noche con grandes dolores. Las radiografías confirman
las deformaciones de la columna y muestran osificaciones de los ligamentos
vertebrales, erosiones vertebrales, pinzamientos discales y una artritis
sacroilíaca bilateral en fase 2. Estamos ante una EA antigua (13
años), my grave, evolutiva y rebelde a los diferentes tratamientos.
Es lo que se llama una forma histórica, ya que este tipo de casos
no son frecuentes hoy en día. El enfermo toma diariamente 20 gramos
de tenoxicam, un AINES, sin obtener grandes resultados.
Se aplica el cambio en la alimentación y se mantiene sin errores
y sin infracciones. Este cambio conlleva beneficios tan rápidos
como espectaculares. Al cabo de una semana disminuyen los dolores de las
articulaciones, al cabo de tres, desaparecen. El sueño vuelve a
ser normal y el estado general se restablece. Se suprimen los AINES. El
enfermo retoma poco a poco sus actividades físicas y mantiene su
actividad laboral sin problemas. Con ayuda de la fisioterapia y la gimnasia,
el enfermo recupera en parte la flexibilidad raquídea y torácica.
Después de dos años de dieta, M. M. sigue estando delgado,
su peso permanece estable, pero en buen estado general. Su intestino funciona
perfectamente, no ha sufrido más bronquitis durante el invierno.
La VS ha disminuido, aunque sigue siendo alta (55/88).
Comentarios
1) El régimen de exclusión es igualmente eficaz en las formas
graves de EA que en las formas menores. En el caso de M. M. la acción
beneficiosa fue notablemente rápida y pujante.
2) El anquilosamiento de la columna de este paciente era muy grave. Actualmente
practica una readaptación funcional bajo la supervisión
de un buen médico. Convendría realizar un balance clínico
y radiológico, después de varios años de aplicación
de la dieta, para poder estimar hasta que punto puede producirse la recuperación
y para saber si algunas lesiones provocadas por la EA son reversibles.
F-
CONCLUSION
Los conocimientos actuales, tomados de varios ámbitos de la medicina
y de la biología, nos permiten elaborar una teoría plausible
sobre la patogenia de la EA. Esta concepción conduce a proponer
un régimen alimenticio particular como tratamiento de la EA (SEIGNALET,
1995a y 1995b).
Mientras que en el caso de la PR algunos equipos se decantaron por el
enfoque alimenticio, en el caso de la EA este no se consideró,
si exceptuamos el ensayo de supresión de leche de origen animal
por APPELBOOM y DUREZ (1994).
Esta es pues la primera experiencia en que se ha aplicado un cambio nutricional
durante un largo período de tiempo una muestra de EA. Un régimen
rico en alimentos crudos, excluyendo cereales y productos lácteos,
ha demostrado ser muy beneficioso en 96% de los enfermos tratados.
No todo el mundo tiene capacidad para llevar a cabo este régimen,
está reservada a personas que sean a la vez inteligentes y voluntariosas.
Cuando se trata de este tipo de persona, se puede aplicar el régimen
desde el primer momento, dada su extraordinaria eficacia y su carácter
completamente beneficioso. Debe prolongarse por lo menos durante un año
y seguirse de por vida en caso de resultados positivos. Los AINES ayudan
a aliviar los dolores en espera de los primeros efectos de la dieta, aunque
no dejan de ser un arma de doble filo, ya que al tiempo que hacen disminuir
la inflamación de las articulaciones, agreden la mucosa intestinal.
Por todo esto hemos visto la necesidad de tener un intestino delgado en
buen estado si queremos curarnos de la EA.
* *
Hasta aquí
la propuesta desarrollada por el doctor Seignalet acerca de la EA. En
Internet (en frances) se halla disponible la conferencia que impartió
bajo el título de Nutriterapia y Enfermedades Autoinmunes en los
Encuentros
de Monaco 2000, y en ella ofrece gran cantidad de informaciones
sobre las terapias que aplicó.
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